jueves, 8 de agosto de 2019

“Esa literatura infantil”
Por ser poco aplicado y un rebelde desaforado, para mi ir a la escuela, era un dolor de muela, pero si le agradecía, el haber aprendido a leer, porque esa habilidad, me habrio la puerta de otros mundos.

Ir al mercado, aparte de comer cucherias, era una legaría, cuando uno se encontraba, el puesto donde vendían y alquilaban, los llamados chistes o historietas, que uno leía y releía y nunca se aburría.

Era trasladarse a otros mundos, mundos de superhéroes, de aventuras y travesuras que alimentaban la imaginación y uno se llenaba de emoción y en sus juegos infantiles reconstruía lo que leía.

Creo que en esa generación, creció la imaginación en forma exponencial, por eso ha vivido la vida burbujeando, como agua mineral.
Oxwell L’bu copyrights 2019

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