jueves, 30 de julio de 2020

Si uno era tan feliz...


Si uno era tan feliz...
Porque si uno era tan feliz,
todo se complicó,
será por el hecho de que creció,
será por ese costumbre de aplazar 
o porque se nos olvida, que no son
las cosas las que nos dan la felicidad.

Lo cierto es que uno crece, muchas 
veces solo para fastidiarse la existencia...
Dónde quedaron aquellos momentos tan
sencillos y sublimes...
Donde están los amigos con los que
compartimos, donde quedó nuestra alegría.

Hoy al parecer todo nos da apatía,
incluso lo que antes nos divertía,
porque al crecer dejamos en la vereda
del camino, a aquel niño con quien nos
divertimos y quien no esperaba por
el fin de semana o el feriado, pues todos
los días eran una perfecta ocasión,
para llenar de gozo el corazón.

En aquellos años nos daba igual,
una piscina olímpica o un riachuelo 
en el barranco; una pelota de fútbol #5
o que fuera de plástico, porque lo importante
era divertirse, no presumir.

Ojalá, tomáramos conciencia,
aún estamos a tiempo de regresar,
por ese niño y volver a ser felices.
Oxwell L’bu copyrights 2020

lunes, 13 de julio de 2020

“La Renovación carismática en la Colonia”


“La Renovación Carismática Católica en la Colonia”
(Reseñas de la Colonia Primero de Julio)

Eran los finales de los 70’s, una década muy convulsionada en el mundo, con el movimiento jipi, los conflictos internos, así como la agitación social y política en el mundo, a lo cual no era ajena La Colonia, los jóvenes en este época buscaban nuevos caminos que los condujeran a un mundo más justo, más humano… Lo cual se pone de manifiesto en las expresiones artísticas de la época, expresado en todos sus matices y un claro ejemplo lo constituye la música que se escuchaban, y lo que decían: “Ayer tuve un sueño fue sensacional los pueblos Vivian en paz…” (Ayer tuve un sueño del Grupo los Pazos), “Yo no puedo callar, no puedo pasar indiferente ante el dolor de tanta gente…” (Yo no puedo Callar del Grupo Comanche), Casas de Cartón en fin una gama de agrupaciones que ponían en sus liricas el clamor de aquella generación…

Por estos años, se abría paso entre criticas y no muy buenos ojos, un movimiento dentro del ceno de la iglesia católica, que venía a constituir una clara respuesta al clamor del Concilio Vaticano segundo, se trataba de los grupos de oración, conformados por laicos, cuya novedad era el redescubierto del Espíritu Santo, a través de un nuevo pentecostés. Por aquel tiempo fue el señor Julio Cabria (D.E.P) quien empezó en su casa los llamados Círculos de Oración, a los cuales poco a poco se fueron sumando principalmente jóvenes que se sentían atraídos por los cantos alegres de alabanza, así como por el estudio de la biblia lo cual se hacía de forma sencilla y personal. Por este tiempo se les une Salvador Gómez Yánez (Predicador y misionero Católico fundador de los ministros Trigo en Guatemala y Espiga en El Salvador) quien recién había dejado el Seminario Franciscano, para buscar un nuevo rumbo en su vida. El punto de reunión de aquellas primeras reuniones era la “Tienda Esquipular”. Cada vez la asistencia a dichas enseñanzas era mayor y la sala de las casa se hacía insuficiente, por lo que bajo el auspicio y acompañamiento del padre Antonio Travadelo (Párroco de la iglesia) las reuniones empezaron a ser dentro de la iglesia. 

Aquel grupo poco a poco fue atrayendo más jóvenes, niños y adultos, llegando a ser tan numeroso, que se decidió por aquel tiempo, el tomar el modelo de comunidades de base, para que la evangelización se siguiera llevando a las calles continuando con las reuniones en las casas, así como dentro de la iglesia, una vez por semana, sin faltar la asistencia a la misa dominical.

Las primeras tres comunidades que surgieron fueron: Luz del Espíritu Santo, Hijos de María y Resurrección,(que conformaban el grupo “Jesús Resucitado) las cuales se encargarían de atender, tres sectores de La Colonia, siendo los primeros coordinadores: Mario Lima, Teresa Bautista(Hija del Director y fundador del Colegio Justo Rufino Barrios) y Rolando Zarceño( Predicador y misionero católico). Para los años ochentas el grupo fue creciendo a pasos agigantados, ya por este tiempo, muchos de los que llegaron a La Colonia siendo niños o naciendo en ella ya cursaban el diversificado o empezaban sus primeros años de educación universitaria. Ante el crecimiento del grupo se decidió ir fundando más comunidades 16 en total, (Camino Verdad y Vida, Eben Ezer, Jerusalén, Juventud Cristiana, Sagrada Familia, Cristo Rey, Eucaristía, Samaria, Ave María, Santa María) las cuales fueron diseminadas a lo largo y ancho de La Colonia.

Ya por este tiempo la presencia de “Los Carismáticos” como se les solía llamar era evidente en toda la Colonia, ya que se les veía semana tras semana, repartiendo invitaciones (que eran tarjetas de invitación de esas que se reciben para las fiestas hechas mano) para las reuniones que tenía en la casa de alguno de los vecinos del sector (la cual se realizaba día viernes o sábado) aparte de la reunión de todo el grupo en la iglesia el día miércoles y la misa del domingo al medio día. Por otra parte para el tiempo de cuaresma realizaban el rezo del vía crucis por toda la colonia de casa en casa, donde se ponía un pequeño altar enfrente de las misma. Además por el mes de julio se realizaban los llamados “Juegos Carismáticos” en los cuales participaban los jóvenes en diferentes disciplinas deportivas. La celebración del aniversario del grupo era otro acontecimiento que no pasaba desapercibido dada la gran cantidad de personas que asistían, que la misma iglesia aun dada su gran tamaño, no se daba bastó para albergarlos. También se realizaba, una “Semana Eucarística” durante la cual la misa se hacía a en las calles de La Colonia en diferentes puntos (Frente a la Escuela Darío Gonzales, En la Ceiba cerca de la librería Dragón, en las canchas de básquet bol de la Isla, frente a la Ceiba del Mercado, frente al instituto Simón Bolívar/Primero de Julio, frente al dispensario y en la 24 al final de la Colonia) y por supuesto no se pueden dejar de mencionar “Las Guirnaldas de Adviento” que se celebraban a partir del último domingo de noviembre al último domingo antes de la Navidad .

                                                               

Es de mencionar que no todos los jóvenes de La Colonia participaban en dicho movimiento, algunos porque simple y sencillamente no les gustaba, otros por que participaban en otras denominaciones cristianas o religiosos, mas aun así no se puede negar la gran influencia que dicho grupo ha tenido dentro de la Colonia al punto que en poco tiempo, cuando la Renovación Carismática Católica de Guatemala decido reorganizarse en áreas, el área a la que pertenecía la parroquia junto a otras, se le denomino “Área Jesús Resucitado. De su ceno han surgido tanto vocaciones religiosas (como la del Padre Miguel quien falleciera en la republica de El Salvador, rescatando a un joven de ahogarse), como laicos comprometidos, como Juan Mancilla, Oscar Rosales (colaborador en programas de radio en Radio Estrella), Geovanni Blanco (Misionero y cantante católico) y como se menciono anteriormente a Salvador Gómez y Rolando Zarceño. Al igual que toda organización humana, el grupo de renovación Carismática en la Colonia ha tenido sus momentos de esplendor y en este tiempo quizás no lo sea, pero no se puede negar sus contribuciones a la formación de los Jóvenes en la Colonia aun en nuestros días.
Oxwell L'Bu copyright 2010

sábado, 11 de julio de 2020

“50 años de la parroquia Jesús Resucitado”


“50 Años de la parroquial Jesús Resucitado”
(Como semilla de mostaza)
50 años han pasado, desde aquella primera misa, en aquella primera edificación, que fuera el primer templo de la parroquia Jesús Resucitado.

Pero aquella comunidad de fe, no inicia aquel día, ya que meses antes, cuando con trabajo voluntario se construía, en las afuera, un sacerdote de la parroquia de la Florida, llegaba para oficiar, una única misa los domingos.

En aquella colonia de casitas iguales, donde sus calles y callejones, parecían campos de recreo, por la cantidad de niños que había, la semilla de la fe poco a poco se esparcía. Con una población de parejas jóvenes que se iniciaban a la vida, llenos de sueños e ilusiones.

El primer templo, se erigió a la par del salón comunal, al que se le dio por llamar, el costurero en la 5 Ave. y 15 calle. Era de ladrillo y techo de zinc, sin mayor diseño, era prácticamente un rectángulo, con un portón de acceso frontal y una puerta lateral. Por error tenía un desnivel en el piso, pues este estaba inclinado hacia el altar mayor; lo cual cuando llovía, hacía que se inundara el altar, por lo que tiempo después, el padre Antonio decidió, mandar a hacer una tarima de concreto y drenaje.

Aquella primera misa, se ofició un domingo de Resurrección, el 29 de marzo de 1970, para la cual estaba previsto que fuera presidida por el entonces arzobispo metropolitano cardenal Mario Casariego, pero no pudo asistir y en vez de el, envío a uno de los obispos. El cual, pese a la sencillez con que lucia el templo, celebró una misa solemne, el templo está lleno a toda su capacidad, incluso había gente en las afueras del templo. En su homilia el obispo dijo: “Veo a una comunidad naciente, la cual hoy es como una semilla de mostaza, pero que pronto crecerá y propagará la fe, pues la semilla crece en el jardín, cuyo jardinero es el mismo señor Jesús y Jesús Resucitado.”

Han pasado los años y muchas cosas han cambiado, no solo en el mundo, también en la Colonia y las palabras del obispo resultaron proféticas, pues hoy muchas de las ramas de aquella semilla, crecen en otras latitudes, pero han llevado con ellos esa fe, que sigue creciendo y fortaleciendo. Y precisamente este año, de los 50 años, no se pudo realizar mayor celebración por lo de la pandemia.

Hay mucha historia por contar y más aún por escribir, cada sacerdote que ha llegado a dejado aquí su corazón y ha sido las manos del jardinero. Aún hay algunos de aquellas primeras generaciones que sirven con alegría y amor en la parroquia, pero es inevitable el relevo generacional y serán otros los que continúen esparciendo la fe y dando frutos para que ese jardín nunca se marchite.
Oxwell L’bu copyrights 2020
#parroquiajesusresucitado

jueves, 9 de julio de 2020

***Que es la inspiración***


***¿Qué Es La Inspiración? ***
¿Qué es la inspiración?
Sera esa pasión por la vida,
que nos lleva a verla desnuda
y en todo su esplendor,
cuando la vemos con amor.

Sera acaso un arrebato sublime,
un llamado de la eternidad…
O una luz segadora que como
una estrella fugaz, dura
tan solo un segundo,
pero nos deja en otro mundo.

¿Qué es la inspiración?
Sera acaso un suspiro,
inefable de Dios…
Que por gracia divina
logramos percibir.

O será ese soplo divino,
que vive en nosotros
y de vez en vez cuando
alcanzamos la comunión,
con todo lo que respira,
se manifiesta.

Se manifiesta con tal esplendor,
que una aura de eternidad,
se posa sobre el intelecto,
causando un eclipse total
del corazón…
Logrando la manifestación
mas exquisita cuando 
se encuentra con el amor.
Oxwell L’bu Copyright ©2013

“La tele que veíamos...”


“La tele que veíamos”
Con tres canales de televisión, los programas que veíamos los esperábamos con emoción, en una televisión en blanco y negro y si habían medios, en un fabuloso panavision a colores de última generación.

Sin control remoto y aún así, la señora de la casa era capaz de bloquear los otros dos canales, hasta que terminara su novela y después era el turno de los patojos, para ver las caricaturas o alguna de las series,en moda en aquellos años, como: El zorro, Batman y Robin, Perdidos en el espacio entre otras.

Al caer la noche, el control del único televisor en casa, lo tenía el papá, quien buscaba alguna película e indiscutiblmente, uno de los primeros, telenoticieros en el pais, con un formato muy propio “Aquí el mundo” aquí se veía a Don Otto Fernando Soberanis, con una seriedad impecable, no solo al redactar las noticias, sino darle ese toque de seriedad y hasta de solemnidad. Quien iba a decir que era el mismo locutor que se escuchaba por las mañanas, por Metroestereo, con ese toque jocoso y alegre, la verdad es que parecía una persona diferente.

De aquella camada de excelentes comentaristas, narradores y locutores que le pusieron ese toque de personalidad a la televisión de aquellos años, se recuerda a: Don Carlos de Triana, Edgar  Gudiel, Chalo Fernández, Otto Fernando Soberanis, Abdon Rodríguez Zea, entre otros.
Oxwell L’bu copyrights 2019

jueves, 2 de julio de 2020

“Don Rogelio”

“Don Rogelio”
Más de una generación lo vio pasar y hoy vemos sus huellas, no solo en esos campos de fútbol, no solo en la escuela donde fue más que el conserje, pues dejó su huella en muchas vidas.

Un hombre sencillo que llegó a la Colonia, cuando recién se inauguró la escuela Primero de Julio (Francisco Marroquín en jornada vespertina), llegó no se sabe de dónde y quizás nadie sepa su nombre completo, porque nunca le preguntamos; no por falta de interés o respeto, pues realmente don Rogelio se imponía.

Todos los sábados, se le veía marcando los campos de fútbol, con líneas perfectamente rectas, las cuales delimitaban los campos; un hombre trabajador e incansable, poco amable si, porque tenía el carácter fuerte. Pero se supo ganar el cariño de todos, sería porque siempre estaba dispuesto a servir y ayudar.

Mantenía en condiciones una escuela, que sobre pasaba en trabajo, la capacidad de un solo hombre, pero el lo hacía con dedicación. Se le veía a veces ya entrada la noche tapando las goteras en el techo de sink, o reparando el portón.

También inflaba pelotas y las reparaba, lo mismo que las llantas de las bicicletas. Don Rogelio siempre incansable, siempre trabajando. De vez en vez cuando los patojos estaban jugando una chamusca en los campos de mosquitos y la pelota iba a parar al patio de la escuela, a veces la alcanzaba, pero en otras no. Lo cierto es que su carácter fuerte siempre se imponía, pero era un buen hombre, que dejó su huella en nuestras vidas.

De el, mucho se podría contar, pues hay más de mil anécdotas, lo cierto es que han pasado los años y seguirán pasando y siempre se le recuerda.
Oxwell L’bu copyrights 2020
#Coloniaprimerodejulio