lunes, 7 de marzo de 2011

***En la Tienda de la Esquina***

***En la Tienda de la Esquina***


Todos los días espero con la emoción
de un desesperado mi programa de las 6
y justo cuando iba a empezar mama
me manda a la tienda por azúcar para el café.

De mala gana tomo el billete y salgo corriendo,
tropezando con mis prisas…
Con el carácter fastidiado y malhumorado.

Y para terminar de rematar justo al entrar,
escucho la voz de doña Concha y sus chismes,
que me vas bien son letanías que recorren el barrio.

Don Chepe con la paciencia de un beato que espera
la canonización le da larga a la conversación
y yo con una prisa de asalariado…

Le pedí ya tres veces la azúcar pero no me escucha,
pues con doña Concha se ha puesto a rezar,
yo queriendo mandarla al infierno a gobernar.

En eso escucho una voz de mujer,
que más bien es la de una niña,
pidiendo huevos y mantequilla,
qué carajo ¡La chiquilla!
Si antes llegue yo…

Pero antes de yo protestar don Chepe
me hace callar y con su paciencia de artesano,
atiende a la niña haciéndome una señal con la mano.

¿Azúcar es lo que queres? Me la despacha sin mirarme,
yo pongo el billete sobre el mostrador y salgo corriendo,
pero tengo que regresar porque olvide el cambio…

En esa mi prisa descomunal avanzo como un animal
y sin darme cuenta tropiezo con mi destino,
que ya sea interpuesto en mi camino…

Y el resultado es una torta de huevos desparramados,
unos ojos que encienden algo que estaba apagado en mí,
pues si antes la vi seria que andaba despistado…

Porque basto un segundo para que me
dejara el corazón alborotado…
Mientras sigo embobado tratando de
recoger algo que ya se echo a perder.

Con su voz de niña-mujer me dice
¡No te preocupes! Comprare otros,
apenas alcanzo a levantarme avergonzado
con mis pensamientos aniquilados…

Esta vez no me importa cuánto tiempo
don Chepe nos haga esperar porque
¡Hoy tengo todo el tiempo del mundo!

El con su eterna paciencia hace el despacho,
cuando ella va a pagar me sale lo macho,
y pongo el cambio que tengo sobre el mostrador.

Don Chepe con una sonrisa cómplice me dice:
Muchacho no te preocupes el resto lo cargare
a tu cuenta….


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***En la Tienda de la Esquina II***

Perdido en tus ojos…
Ya nada me importa vamos avanzando
por la avenida que hoy deseo que su
longitud se extienda hasta la eternidad.

Pero más pronto que tarde llegamos a tu portal,
yo me siento enjaulado como un animal,
no sé como inventarme una excusa para
verte otra vez…

Pero mira si es clemente el destino cuando
con o sin razón apuesta por ti…
Tú me dices: Ven mañana para devolverte
el pañuelo limpio.

Despidiéndome sin querer me despedir,
¡Zampo la carrera a casa! Donde mama
espera el azúcar para el café.

Al llegar exclama: ¡Puchica vos! Yo pensé
que te habías ido al ingenio por la azúcar,
luego me voy a mi evitación…
Ella me pregunta si no veré más la televisión.

Yo recreo nuestro encuentro una y otra vez
cual si fuera una película que proyecto
en mi memoria…

Bendigo a doña Concha con todo y sus letanías,
y a Don Chepe por su complicidad,
cuento las horas para verte otra vez.

Preguntándome una y otra vez,
como es posible que me haya
encontrado con un ángel,
si yo solo fui por el azúcar para el café.

Oxwell L'bu
Imagen: Internte

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