“Barranco las guacamayas”
(Una cicatriz con historia)
El valle en el que fue fundada la Nueva Guatemala de la Asunción, está rodeada en la mayor parte de su extensión, por esos accidentes geográficos llamados barrancos, que en su momento salvaguardaban mucha de la fauna y flora de la ciudad.
A mediados de los años sesentas, cuando se empezaba a remover la tierra y hacer los trazos para asentar allí a la nueva colonia, que sería un modelo habitacional para el país y centro América, por el creciente problema de la vivienda que se planteaba. Mientras los tractores removían pa tierra, se veía a las guacamayas ir y venir, surcando los cielos que aquella península.
El Barranco de las guacamayas, siempre ha tenido un papel preponderante para la Colonia, dado que es quien de forma natural delimita a la misma, sino también porque es el área verde más importante de la misma.
En dicho Barranco tuvieron por muchos años su hogar las guacamayas que se veían surcar los cielos, tenían pequeñas cuevas en los paredones naturales, que era donde vivían. Muchos se preguntan, que se hicieron, a donde se fueron las guacamayas y aunque no hay una respuesta concreta, por esos años se murmuró que un grupo de gringos contrataron a gente que las atrapaban con el propósito de exportarlas vivas a los USA donde siendo animales exóticos, tenían gran demanda.
Por esos años, atravesar el Barranco, era encontrarse con fincas donde se sembraban diferentes tipos de frutas, además de ser toda una aventura, pues era atravesar arroyos de agua clara, que cuando se crecían en invierno, permitían a los patojos darse un chapuzón.
El Barranco las guacamayas, entre sus cicatrices guarda la historia de no solo de esta parte de suelo, sino también la de legiones de patojos que se aventuraron en sus entrañas.
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Foto: Internet
#Barrancolasguacamayas
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