“Esas cosas que hacia el Padre Antonio”
Se le veía colgado de los ruleteros, caminando a altas horas de la noche buscando una dirección para llevar la estrema unción a un enfermo o la sagrada comunión. Inclusive se le vio trabajando junto a los albañiles subido en un andamio durante la construcción de la iglesia.
Bien se podría escribir un libro, solo de anécdotas de esta santo varón, que vivió y se desvivió por esa obra que Dios le encomendó. El padre nunca dudó en arremangarse la sotana y poner las manos en obra, en todo lo que era necesario, para llevar a cabo su misión. Nunca dudó en abrirle las puertas de su casa a los necesitados que reiteradas veces se instalaron en su morada. Nunca tuvo vehículo alguno o posiciones, porque todo cuanto tenía en su haber, lo invertía en ese templo que el siempre soñó para la colonia.
Entre algunas de la anécdotas que vienen a mi memoria, les puedo compartir las siguientes: fue por su iniciativa, que se formó el primer grupo de acólitos y el puso de su haber para mandar a confeccionar, la tradicional indumentaria. Fue por su iniciativa que hoy por las calles de la colonia, durante la cuaresma y Semana Santa se pasean esparciendo su bendición, dos de los cortejos procesionales más celebrados, como lo son, el cortejo prosecional de Jesús del Sacrificio y el de Jesús Resucitado patrono de la colonia, que sale el domingo de resurrección.
Hoy ambas se celebran a lo grande, pero sus inicios, fueron de forma muy sencilla y modesta, pero contaron con la decidida entrega y entucismo del padre Antonio. Por ejemplo la primera anda, que se usó de para sacar en procesión a Jesús del Sacrificio, era un anda muy pesada, dado que la misma provenía de uno de los pasos de la iglesia del Calvario (Los cueles se llevan sobre ruedas) y al no contar, con una imagen de la virgen Dolorosa, se modificó una imagen existente de la Inmaculada. Para esas primeras procesiones el padre contó con la decidida participación del grupo Scouts 51, así como de los bomberos voluntarios, que ponían una de sus ambulancias al frente para ir anunciando con la sirenas el paso de la procesión , así como también por los grupos de cristianos comprometidos de la parroquia. Para la procesión de Jesús Resucitado la historia no era tan diferente, ante la falta de recursos, el padre Antonio literalmente hacía milagros para conseguirlos.
Hay tantas cosas que hizo el padre Antonio, que como lo repito podría escribirse un libro, estas son apenas las memorias de un niño, de un adolescente, en aquel entonces que tuvo la bendición de caminar junto a un santo,
Oxwel L’bu copyrights 2019
Se le veía colgado de los ruleteros, caminando a altas horas de la noche buscando una dirección para llevar la estrema unción a un enfermo o la sagrada comunión. Inclusive se le vio trabajando junto a los albañiles subido en un andamio durante la construcción de la iglesia.
Bien se podría escribir un libro, solo de anécdotas de esta santo varón, que vivió y se desvivió por esa obra que Dios le encomendó. El padre nunca dudó en arremangarse la sotana y poner las manos en obra, en todo lo que era necesario, para llevar a cabo su misión. Nunca dudó en abrirle las puertas de su casa a los necesitados que reiteradas veces se instalaron en su morada. Nunca tuvo vehículo alguno o posiciones, porque todo cuanto tenía en su haber, lo invertía en ese templo que el siempre soñó para la colonia.
Entre algunas de la anécdotas que vienen a mi memoria, les puedo compartir las siguientes: fue por su iniciativa, que se formó el primer grupo de acólitos y el puso de su haber para mandar a confeccionar, la tradicional indumentaria. Fue por su iniciativa que hoy por las calles de la colonia, durante la cuaresma y Semana Santa se pasean esparciendo su bendición, dos de los cortejos procesionales más celebrados, como lo son, el cortejo prosecional de Jesús del Sacrificio y el de Jesús Resucitado patrono de la colonia, que sale el domingo de resurrección.
Hoy ambas se celebran a lo grande, pero sus inicios, fueron de forma muy sencilla y modesta, pero contaron con la decidida entrega y entucismo del padre Antonio. Por ejemplo la primera anda, que se usó de para sacar en procesión a Jesús del Sacrificio, era un anda muy pesada, dado que la misma provenía de uno de los pasos de la iglesia del Calvario (Los cueles se llevan sobre ruedas) y al no contar, con una imagen de la virgen Dolorosa, se modificó una imagen existente de la Inmaculada. Para esas primeras procesiones el padre contó con la decidida participación del grupo Scouts 51, así como de los bomberos voluntarios, que ponían una de sus ambulancias al frente para ir anunciando con la sirenas el paso de la procesión , así como también por los grupos de cristianos comprometidos de la parroquia. Para la procesión de Jesús Resucitado la historia no era tan diferente, ante la falta de recursos, el padre Antonio literalmente hacía milagros para conseguirlos.
Hay tantas cosas que hizo el padre Antonio, que como lo repito podría escribirse un libro, estas son apenas las memorias de un niño, de un adolescente, en aquel entonces que tuvo la bendición de caminar junto a un santo,
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