***A Jesús Resucitado***
Oh Jesús Resucitado
en vos todo se ha reconciliado,
en vos todo se a renovado,
porque tu Resurrección
prueba que vos eres el enviado.
Porque el testimonió
de tus apóstoles y discípulos,
no es el de quien un cuerpo a robado,
sino de quién ha tenido un encuentro
con Jesús Resucitado.
Porque quién, orillado por la verdad,
da su vida defendiendo una mentira,
quién cambia su vida drásticamente,
sino ha sido porque ha tenido un
encuentro con el Resucitado.
De esto han dado testimonio tus apóstoles,
tus discípulos y todos tus santos,
así como aquel, que en el anonimato
de la multitud, mantiene prendida,
esa llama de esperanza en Cristo Jesús.
Oh mi señor Resucitado,
que te has quedado en la Eucaristía,
que es alimento de un Dios vivo,
no de un cadaver que enferma.
Permítenos ser testigos de tu amor,
no promotores de la fe,
permítenos dar testimonio
de tu Resurrección,
con valentía, amor y pasión.
Porque has Resucitado
y el sirio pascual se ha encendido
y en mi alma ha prendido,
una llama de esperanza.
Vos que estás todos los días
en nuestra vida presente;
vos que nos conoces desde antes
que estuviéramos en el vientre,
acompaña nuestro caminar
de peregrinos.
Oh mi Jesús Resucitado,
el Verbo encarnado,
la expresión más sublime
y certera del amor de Padre
y del poder del Espíritu Santo.
Que nuestro encuentro con vos,
ahuyente para siempre nuestros temores,
que tu dulce mirada se la luz en nuestro
camino y vos la certeza de nuestro destino.
Porque como dice tu apóstol Pablo:
“Vana sería nuestra fe,
si Jesús no hubiera Resucitado.”
Oxwell L’bu copyrights 2019
Oh Jesús Resucitado
en vos todo se ha reconciliado,
en vos todo se a renovado,
porque tu Resurrección
prueba que vos eres el enviado.
Porque el testimonió
de tus apóstoles y discípulos,
no es el de quien un cuerpo a robado,
sino de quién ha tenido un encuentro
con Jesús Resucitado.
Porque quién, orillado por la verdad,
da su vida defendiendo una mentira,
quién cambia su vida drásticamente,
sino ha sido porque ha tenido un
encuentro con el Resucitado.
De esto han dado testimonio tus apóstoles,
tus discípulos y todos tus santos,
así como aquel, que en el anonimato
de la multitud, mantiene prendida,
esa llama de esperanza en Cristo Jesús.
Oh mi señor Resucitado,
que te has quedado en la Eucaristía,
que es alimento de un Dios vivo,
no de un cadaver que enferma.
Permítenos ser testigos de tu amor,
no promotores de la fe,
permítenos dar testimonio
de tu Resurrección,
con valentía, amor y pasión.
Porque has Resucitado
y el sirio pascual se ha encendido
y en mi alma ha prendido,
una llama de esperanza.
Vos que estás todos los días
en nuestra vida presente;
vos que nos conoces desde antes
que estuviéramos en el vientre,
acompaña nuestro caminar
de peregrinos.
Oh mi Jesús Resucitado,
el Verbo encarnado,
la expresión más sublime
y certera del amor de Padre
y del poder del Espíritu Santo.
Que nuestro encuentro con vos,
ahuyente para siempre nuestros temores,
que tu dulce mirada se la luz en nuestro
camino y vos la certeza de nuestro destino.
Porque como dice tu apóstol Pablo:
“Vana sería nuestra fe,
si Jesús no hubiera Resucitado.”
Oxwell L’bu copyrights 2019
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