“Esas calles, que no recuerdo”
En esas calles se han escrito, tantas historias, que harían falta mil memorias, para contarlas…
-Que estupidez la suya, esa la de ponerse a escribir, sobre cosas que ya no recuerda y sobre las que confunde el presente con el pasado. -Si, es verdad le repliqué. Pero cómo dejar en silencio, a los fantasmas que como humo de cigarrillo, vagan en mi cabeza y ha está muy pereza (o serán los años) de no quería ir más allá, porque aquí está mi vida.
Si, es verdad evocar esas calles, me llena de felicidad; con sus cuadras de casitas iguales, de jardines perfumados y de niños retozando desde el amanecer al anochecer. Sería imposible anular la memoria de tantas historias, aunque esas calles ya no las recuerdo. El callejón de la cuadra, siempre con un par de piedras de esquina a esquina, pues eran las porterías en las chamuscas. Los tendederos llenos de ropa en los patios, donde más de una vez salió volando un calzón, que algún cabron, guardó como trofeo.
Ah y cuando salíamos corrriendo después de tocar el timbre o porque alguien decía que venía la Llorona y por las noches en la quietud escuchar a sus fantasmas, al que había caído en la bomba de agua y nunca terminaba de ahogarse o a Toconcitos, corriendo buscando a su mamá.
Es verdad, yo ya no me acuerdo de esas calles, ni de sus números, ni de sus nombres, pero hasta hoy no he podido olvidar, lo que viví allí, será porque esos fantasmas siguen allí…
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#Historias
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