“La ofensiva del patojo serote”
Aún no crecía y ya sabía, lo que era estar endeudado el patojo pisado, por mula, pero se las ingenió y ya verá lo qué pasó.
Apenas había pasado el día de reyes y las clases ya iban a empezar y aunque la escuela era un dolor de muela se tenía que aplicar, pero también ingeniar como iba a pagar la fiesta y la tamalada el día de candelaria, cuando devolviera la imagen del niño Jesús. Pensar en eso era más pesado que llevar una cruz.
Pensó en lavar carros pero ya había mucua competencia, en trabajar como mandadero, pero ya había demostrado su incompetencia, así que lo único que se le ocurrió fue hacer recuerditos con desperdicios para el día de San Valentín, cuando los muchachos andaban viendo como agradaban a las chicas para robarles un beso.
La mamá le dijo, que estaba loco, que faltaba más de un mes para eso, pero apresar de la negativa, saco su espíritu emprendedor y se puso a hurgar en los basureros del vecindario, para acercarse de la materia prima. Tubo que pedir fiado en la tienda en nombre de la mamá, para comprar yuquia para hacer engrudo, así como cadenas y otras cosas que iba a necesitar. La mamá poco a poco iba a notar que el cuarto del patojo, era un relajo con cosas por todos lados y lo iba a madriar. Pero el patojo serote le explicó y la mamá lo apoyó, pues pisto no había, solo la buena voluntad, pero esta no endosa las deudas.
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