“Cuando andábamos conuna californiana”
Aquellos días paseando
en bicicleta,
aquellos días en que
íbamos a aventurar.
Y te quedaba dormida
como un ángel,
mientras un grilló,
te iba al oído a susurrar.
Hoy se que aquellos días
ya no volverán...(1989)
Ah cuando andábamos en bicicleta y sentíamos la brisa del viento o la emoción de la velocidad con que se aceleraba la bicicleta en la bajada al instituto, rumbo a la isla, que tiempos aquellos, realmente fueron bellos.
En esos principios de los ochentas, quien no soñaba con tener una californiana, con ese estilo, que evocaba una motocicleta; esa bicicleta fue testigo, de muchas aventuras e historias de amor.
Más lo mejor no era, el tener una y que fuera de tu propiedad, sino ese compartir, que es donde está la clave, realmente de vivir... Por el periférico de la colonia, así como entre callejones, se veía a la muchachada en sus bicicletas californianas, con un amigo sentado en el mismo sillón o las chiquilla que era la dueña de tu corazón. Aquellos eran más que paseos, eran vivencias, en las que también nos acompañaba la música, pues no faltó quien montó en el sillón o en el timón(por su diseño curvado) un radio a transistores o una de las llamadas grabadores, que tocaban los entrañables cassettes, donde se grababa la música favorita. E ir a traer a la novia y esperarla en su casa, era poner esa canción especial justo cuando salía y morirse de las ganas de abrazarla y besarla.
Porque aquellas fueron más que bicicletas, fueron ese transporte que nos llevó a momentos inolvidables.
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#Bicicletacaliforniana
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