“Los repasos”
Constaba mi padre, que en los años sesentas, cuando en las radios sonaban, canciones como la Plaga, Popotitos, El Rock de la cárcel, entre otras, en los barrios los muchachos, se solían reunir en las casas, para repasar o ensayar los bailes de moda.
Aquello lo hacían los muchachos y muchachas, por separado, pero no faltaba, uno que se enterara de la reunión de su hermana y amigas, y luego se pusiera de acuerdo con sus amigos e irrumpieran en los ensayos de las chicas. Como algo lógico, ellas paraban el ensayo y no faltó quien propusiera que ensayaran juntos, total era mejor.
Y así poco a poco de barrio en barrio, aquello se convirtió en una práctica habitual. Ya para los ochentas, aquello era de lo más normal, seguían habiendo repasos, a los que nosotros llamamos “Toques” haciendo referencia al sonido de la música, pues se decía, en tal cuadra están tocando música, como que hay un toque.
Siguieron siendo fiestas informales, sin invitación, donde todos eran bienvenidos, principalmente las chicas. En dichas fiestas se celebraban, cumpleaños, despedidas de soltero, baby shower y la verdad es que cualquier excusa era buena, para celebrar con los mentados toques.
Usualmente, no se daba comida, ni bebidas alcohólicas, de vez en vez refrescos; también los muchachos solían llevar algo, así como los discos o cassettes, con la música de su preferencia.
Como en los sesentas, no se contaba con equipos profesionales de sonido, pero con lo que había más las ganas de pasarla bien, era más que suficiente.
Oxwell L’bu copyrights 2020
Constaba mi padre, que en los años sesentas, cuando en las radios sonaban, canciones como la Plaga, Popotitos, El Rock de la cárcel, entre otras, en los barrios los muchachos, se solían reunir en las casas, para repasar o ensayar los bailes de moda.
Aquello lo hacían los muchachos y muchachas, por separado, pero no faltaba, uno que se enterara de la reunión de su hermana y amigas, y luego se pusiera de acuerdo con sus amigos e irrumpieran en los ensayos de las chicas. Como algo lógico, ellas paraban el ensayo y no faltó quien propusiera que ensayaran juntos, total era mejor.
Y así poco a poco de barrio en barrio, aquello se convirtió en una práctica habitual. Ya para los ochentas, aquello era de lo más normal, seguían habiendo repasos, a los que nosotros llamamos “Toques” haciendo referencia al sonido de la música, pues se decía, en tal cuadra están tocando música, como que hay un toque.
Siguieron siendo fiestas informales, sin invitación, donde todos eran bienvenidos, principalmente las chicas. En dichas fiestas se celebraban, cumpleaños, despedidas de soltero, baby shower y la verdad es que cualquier excusa era buena, para celebrar con los mentados toques.
Usualmente, no se daba comida, ni bebidas alcohólicas, de vez en vez refrescos; también los muchachos solían llevar algo, así como los discos o cassettes, con la música de su preferencia.
Como en los sesentas, no se contaba con equipos profesionales de sonido, pero con lo que había más las ganas de pasarla bien, era más que suficiente.
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