sábado, 28 de marzo de 2020

Mantengamos viva la fe...

Mantengamos viva la fe
y actuemos en consecuencia
a esa fe que profesamos...

Seamos solidarios...
Durante el terremoto de 1976, los vecinos de la colonia, nuestros padre (hoy los abuelos aquí en la tierra o en el cielo) nos enseñaron y dejaron cátedra, de cómo comportarnos, en condiciones de calamidad pública, nos enseñaron a tener empatía, a cuidarnos unos a otros, a vivir en concordancia, con la fe que profesaban y nos enseñaban.

Es momento de demostrar que hemos aprendido la lección, que sus palabras viven en nuestro corazón y que somos capaces de seguir su ejemplo. En esos años también hubieron muchas limitaciones, personas que perdieron su trabajo y se quedaron sin sustento, pero siempre hubo una mano vecina amiga que los socorrió.

Si nos unimos seremos más fuertes y no solo sobreviviremos, sino le estaremos dando una lección de vida a nuestros hijos, no con palabras sino con ejemplo.

No perdamos la fe, no relativicemos los principios que recibimos de nuestros padres, pues la mejor forma de honrarlos es darles vida hoy. Compartamos de lo que tengamos y no permitamos que nadie pase hambre, soledad o qué se contagie con la enfermedad por nuestro descuido.
Oxwell L’bu copyrights 2020
Foto: Jesús del Sacrificio
#pandemia

martes, 24 de marzo de 2020

“Las cosas que hacíamos cuando no salimos de casa”

“Cuando no podríamos salir de casa”
Si en aquella época hubiéramos tenido internet, si hubieran existido las redes sociales y toda la tecnología con que ahora contamos, ahora se pueden exponer y discutir ideas con gentes de todo el mundo, se puede leer cosas interesantes, ver cosas en tiempo real, hasta ver porno si a alguien se le antoja. Pero de haber tenido todo esto de cuántas otras cosas nos hubiéramos perdido...

Ahora nos quedamos en casa por eso del Corona virus, pero en aquellos años un temporal, que parecía diluvio, una gripe que se prologaba o el castigo de mamá y papá por ser malcriados e irreverentes. Nos confinaban a esas cuatro paredes, sin teléfonos para comunicarnos y una sola televisión(con suerte) de la cual mamá tenía el control. No teníamos tantos juguetes y menos juguetes de alta tecnología, entonces la patojada recurría al ingenio y la fantasía.

Hacíamos futios( futbolitos) con una tabla y clavos, contábamos historias que nos inventábamos o vivían en nuestra memoria, jugábamos damas o ajedrez y hasta con las pepitas de los mangos hacíamos figuras con las que nos entreteníamos.

Así es cuando hay demasiado que escoger, uno no sabe que coger...
Oxwell L’bu copyrights 2020

domingo, 22 de marzo de 2020

***Hoy no iré a trabajar***

***Hoy No Iré A Trabajar***
He abierto de par en par
la cortina…
He mandado al carajo la rutina,
hoy no iré a trabajar.

Hoy quiero verte despertar,
amarte esas 24 horas,
besarte esos 1440 minutos,
acariciarte esos 86400 segundos.

Ya que he descubierto,
que esta vida no me será suficiente,
para embriagarme de este sentimiento
y que mi corazón tiemble de contento.

Hoy no iré a trabajar,
quiero contigo desayunar,
quiero tu cuerpo desnudo,
debajo de la ducha contemplar.

Quiero ser parte de tu agenda,
esa que llevas con tanto detalle,
en el sístole del corazón,
porque tienes razón.

Quien necesita  escribir,
lo que quiere vivir…
Quien necesita planear,
cuando se quiere volar.

Hoy no iré a trabajar,
hoy contigo quiero celebrar,
esa alegría de tu compañía,
y la plenitud de tu presencia.

Hoy no te extrañaré.
¡Te viviré!
Hoy no te recordare,
contigo me emocionare.

Esa añoranza agonizante,
esa melancolía delirante,
hoy las trocaremos en
momentos sublimes…

Esos que le dan sentido a la vida
y te muestran lo bello que es vivir,
cuando el corazón empieza a latir,
con ritmo diferente…

Es por todo eso y mucho más,
hoy no iré a trabajar.
Oxwell L’bu Copyright ©2012

sábado, 21 de marzo de 2020

“A padre Antonio y padre Vidal***

***Mi amigo, el sacerdote***
A:Padre Antonio y Padre Vidal
“Al pecho lleva una cruz
y en su corazón lo que dice Jesús”
Ese hombre que en su camino,
ha dejado huellas de renuncias.

El día de su ordenación
su madre recibirá el maniturgium,
sabiendo que nunca arrullara
entre sus brazos, al fruto
de su descendencia.

Se somete por voluntad
y con plena conciencia,
al selibato y a la obediencia;
sabiendo que se abraza
a una vocación.

Como todo ser humano,
tendrá días en que dude
y se preguntará,
si aquel era su camino,
sino equivocó su destino,
pero con el Amor se sobre pondrá.

 Quizás mi amigo el sacerdote,
no sea un hombre ejemplar, un santo,
pero no lo juzgues, sino has
recorrido sus caminos
y has caminado en sus zapatos.

Mi hermano el sacerdote,
es un sembrador de la semilla
de esperanza, un testigo
de la palabra, un portador del amor,
un hombre que un día decidió,
que quería ser como Cristo.
Oxwell L’bu copyrights 2020
(“” del canto: Al pecho llevó una cruz)

martes, 17 de marzo de 2020

“Esas osas que nos hicieron los días”

“Esa cosas que nos hicieron los días...”
En aquellos tiempo, nada que ver, con un niño aburrido o no saber que hacer una tarde de domingo, porque cada momento era significativo y emotivo.

No, no teníamos tablets, ni computadoras y menos un celular o vide games, esas cosas eran fantasía que veíamos en las series de televisión, como los Jetson’s o en las películas de Star Wars. No era ser rico o pobre, no era el tener juguetes  o carecer de ellos, era cosa de imaginación, de buscar sana diversión y de tener alegría en el corazón.

Pues en verdad, la alegria no la venden en las tiendas, ni los amigos verdaderos están de venta. No diré que aquellos tiempos eran mejores, pero si, que tenían su encanto. Vea usted, nosotros con desechos nos construíamos una patineta, una pelota, espadas para jugar del Zorro etc.  y no era solo hacer el juguete, era la emoción de buscar las piezas, entre todos los de la cuadra, para construirlo y diseñarlo entre todos y luego pasar horas y horas compartiendo el juguete construido.

Por eso no todo es polvo que se lleva el viento, pues hay cosas que se quedan en el corazón y esas son las cosas compartidas, son las sonrisas y carcajadas cuando a prueba y error, poníamos a prueba esos juguetes. No cabe duda que el poner a trabajar la imaginación, trae gozo al corazón.
Oxwell L’bu copyrights 2019

jueves, 12 de marzo de 2020

“Los repasos”

“Los repasos”
Constaba mi padre, que en los años sesentas, cuando en las radios sonaban, canciones como la Plaga, Popotitos, El Rock de la cárcel, entre otras, en los barrios los muchachos, se solían reunir en las casas, para repasar o ensayar los bailes de moda.

Aquello lo hacían los muchachos y muchachas, por separado, pero no faltaba, uno que se enterara de la reunión de su hermana y amigas, y luego se pusiera de acuerdo con sus amigos e irrumpieran en los ensayos de las chicas.  Como algo lógico, ellas paraban el ensayo y no faltó quien propusiera que ensayaran juntos, total era mejor.

Y así poco a poco de barrio en barrio, aquello se convirtió en una práctica habitual. Ya para los ochentas, aquello era de lo más normal, seguían habiendo repasos, a los que nosotros llamamos “Toques” haciendo referencia al sonido de la música, pues se decía, en tal cuadra están tocando música, como que hay un toque.

Siguieron siendo fiestas informales, sin invitación, donde todos eran bienvenidos, principalmente las chicas. En dichas fiestas se celebraban, cumpleaños, despedidas de soltero, baby shower y la verdad es que cualquier excusa era buena, para celebrar con los mentados toques.

Usualmente, no se daba comida, ni bebidas alcohólicas, de vez en vez refrescos; también los muchachos solían llevar algo, así como los discos o cassettes, con la música de su preferencia.

Como en los sesentas, no se contaba con equipos profesionales de sonido, pero con lo que había más las ganas de pasarla bien, era más que suficiente.
Oxwell L’bu copyrights 2020

jueves, 5 de marzo de 2020

Sobre el Padre Antonio, si me permiten contarles....

Si me permiten contarles...
En aquellos años, en que en nuestro país no existían esa rivalidad futbolística por equipos de fútbol que juegan del otro lado del mundo, llega a Guatemala, procedente de Barcelona el padre Antonio Mateo Trabadelo.

Pocas veces hablaba de cómo fue el viaje, desde España hasta Guatemala. Alguna vez comentó que una parte del viaje la hizo en barco y otra parte en avión. Pues inicialmente su destino era República Dominicana, pero por esas dádivas divinas, le hablan de ir a Guatemala y el no lo duda ni un instante, pues había oídos hablar de fray Bartolomé de las Casas.

Decía que el viaje en barco se le hizo eterno y tediosos, pero su ilusión de predicar el evangelio en el nuevo mundo lo alentaba.

Cuando miraba las monedas de un centavo decía, por seguir el ejemplo de este hombre estoy aquí ( ya que en la moneda de un centavo, se encuentra la esfinge de fray Bartolomé de las Casas) y siempre se extrañaba, no sin algo de crítica, el porqué, no lo habían honrado poniéndolo en los billetes, en los que sólo hay generales, luego decía, quizás tuvieron razón, pues como el centavo, el siempre estuvo más serca de la gente pobre y sencilla.

El padre Antonio era un casamentero de primera, no podía saber de una pareja, que viviera en unión libre, porque se daba a la tarea, sin ser invasivo, ni molesto de facilitar y motivar a la pareja para que se acercarán al sacramento.El contaba también con la licencia para poder llevar a cabo el matrimonio civil.



Casi nunca anduvo vestido de paisano, salvo cuando se colgaba en los andamios de construcción, para supervisar las obras del templo. Tenía solo dos hábitos que usaba de diario, los cuales lucían ya amarillentos y gastados y tenia un tercero impecable que lo reservaba para las ocaciones especiales, como el día de la Resurrección.

Como algunas vez les compartí, tuve la bendición de tener en mis manos el manuscrito del libro, sobre la vida de su padre y familia(pues su padre fue beatificado, lo cual ya no llegó a ver) en la cual contaba algunas intimidades de su familia y de cómo sus padres habían influido para que el y su hermana abrazaran la vida religiosa.

El padre Antonio nunca quiso jubilarse, el decía que Jesús nunca se jubiló, pero siguiendo en obediencia las órdenes de sus superiores, se jubiló y vivió sus últimos años con su comunidad Dominica. Yo tuve la oportunidad de conversar con él, unas pocas veces, cuando lo miraba el la basílica de nuestra señora de lRosario, Santo Domingo, por momentos tenía una mente totalmente lúcid,  pero también a veces como que estaba viviendo en el pasado.

Sus restos hasta donde se, descansan en Guatemala, en un mausoleo privado de los dominicos, creo sin dudarlo que al final el logro ser como fray Bartolomé de las Casas, su esfinge no figura en ninguna moneda, pero está en cada corazón que le conoció.
Oxwell L’bu copyrights 2020