“Cuando el circo llegaba a la Colonia”
Aquellas tardes de juegos eternos, de esperar las series de televisión y llenarse de emoción escuchando aquellas historias interminables a la luz del poste en las esquinas, se veían parcialmente interrumpidas, cuando llegaba el circo a la Colonia.
Era todo un espectáculo, el ver como en los campos donde estaban las planchas, se levantaba la carpa del circo y con ella la ilusión de ver a los payasos y sus ocurrencias, al elefante, a los leones y por supuesto, el globo de la muerte. Tanto el circo como la feria, solían llegar en los días, del aniversario de la misma, el 1ero. de Julio de cada año.
Desde las primeras horas de la tarde, el presentador del circo, anunciaba por los parlantes, colocados en la parte más alta de los postes que sostenía la carpa. -Avísale a tu papá, a tu mamá, al abuelo, a la abuela que con la risa se quita el dolor de muela, has tu tarea de la escuela y pídeles que te traigan al circo, el circo la alegría que todos querían, está aquí con tres funciones y mucho que ver, así como un espectáculo que no podas creer, el globo de la muerte...
Los patojos hacían puntos para que los llevaran al circo; ayudaban en la limpieza, se sacudían la pereza y hacían los mandados. El circo pasaba a ser la mayor atracción, la mayoría procuraban un boleto y los que no podían, hacían la lucha por colarse, trepándose por las faldas de la carpa.
Oxwell L’bu copyrights 2019
Aquellas tardes de juegos eternos, de esperar las series de televisión y llenarse de emoción escuchando aquellas historias interminables a la luz del poste en las esquinas, se veían parcialmente interrumpidas, cuando llegaba el circo a la Colonia.
Era todo un espectáculo, el ver como en los campos donde estaban las planchas, se levantaba la carpa del circo y con ella la ilusión de ver a los payasos y sus ocurrencias, al elefante, a los leones y por supuesto, el globo de la muerte. Tanto el circo como la feria, solían llegar en los días, del aniversario de la misma, el 1ero. de Julio de cada año.
Desde las primeras horas de la tarde, el presentador del circo, anunciaba por los parlantes, colocados en la parte más alta de los postes que sostenía la carpa. -Avísale a tu papá, a tu mamá, al abuelo, a la abuela que con la risa se quita el dolor de muela, has tu tarea de la escuela y pídeles que te traigan al circo, el circo la alegría que todos querían, está aquí con tres funciones y mucho que ver, así como un espectáculo que no podas creer, el globo de la muerte...
Los patojos hacían puntos para que los llevaran al circo; ayudaban en la limpieza, se sacudían la pereza y hacían los mandados. El circo pasaba a ser la mayor atracción, la mayoría procuraban un boleto y los que no podían, hacían la lucha por colarse, trepándose por las faldas de la carpa.
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