martes, 31 de mayo de 2011

"Cronicas del Primer Amor"

“Crónicas del Primer Amor”
Irreverentes y poco elocuentes los muchachos chuleaban alas patojas cuando pasaban por la esquina, envalentonados o precipitados por la presión del grupo, ya que nadie se quería quedar atrás o por lo menos aparentar que seguían al mismo paso de los demás, que eran testigos de sus metidas de pata tan recurrent ...es, que parecían dementes repitiendo lo mismo y esperando un resultado s diferentes…
Por aquel tiempo los australianos dominaban el panorama musical de la música en ingles, con el éxito contundente de los Bee Gees, Andiy Gibe, Olivia Newton John entre otros y en español los temas de Manuel Alejandro en las voces de Raphael, Emanuel, Jeannette entre otros. Los patojos creciendo con un tramo de retrasó en el crecimiento y la madures, comparado a las chicas que crecieron con ellos; ya que aquello les provocaba mejor poner los ojos en muchachos un poco mayores. No cabe duda que la vida en aquellos días les mostraba la cara cruel, pues ellos queriendo y sin poder alcanzar ese bocado que les endulzara el paladar. Iban a los repasos y se quedaban en la entrada, tratando de aprender cómo se lleva a una mujer cuando se baila, viendo a la chica de sus sueños, soñando en los brazos de otro, que los aventajaba en edad y estatura.
En aquellas ilusiones prematuras, el enamoramiento era una caricatura cuya impostura les dejaba un sabor a hiel… Por eso algunos mejor preferían fantasear en silencio o escaparse a soñar con las colegialas que les eran esquivas. Se preguntaban una y otra vez, ¿Que habría pasado con ellos? cambiar tanto y tan de repente en su forma de pensar y sentir. ¿Cómo era posible que hoy querían estar,? con las mismas que ayer hasta llegaron a odiar. Sería que el demonio se confabulo con la vida para meterlos en ese infierno donde se tiene hambre, pero solo hay chicharrones y ellos sin dientes…
Pero la vida que siempre compensa un día los pone a crecer, pero se cobra con granos en la cara y una especie de gorgojo en la garganta…Y cabello donde ayer no había y esa sobre todo esa dosis de libido que ni el bromuro de potasio era capaz de controlar. Y así como un rio desbocado que poco a poco va encontrado su cauce cada uno iba encontrando la horma de su zapato, o como decían para una descocida siempre había un roto.
Pero también habían aquellos ilusos soñadores que esperaban a la princesa de las hadas, ese mujer ideal que alguien les planto en la mente de tanto oírlo y así cual si fueran penitentes siempre estaban esperando a ese ángel vestido de mujer que los pusiera a gravitar entorno a ella, como si fuera su sol, como el ruiseñor que espera a que retoñe en el jardín la rosa, esa que atrae a las mariposas pero espera al ruiseñor… Y es que así de loco es el amor y más cuando es el primero que se espera con toda la ilusión del mundo, en esa edad de la inocencia, cuando no se tiene conciencia de los momentos perdidos… Cuando no hay pasado que recordar y el presente es un deseo recurrente para ser un poquito mayor y así poder gobernar la propia vida y esquivar las prohibiciones.
Que inútil es una experiencia no vivida, que falaz es un sentimiento cuando es fugitivo de sí mismo o cuando las razones se tiran a un abismo cuando no consiguen llegar a acuerdos con el corazón, que se emborracha de obsesión ante una sonrisa, ante una mirada de una niña ilusionada o que se siente enamorada de un príncipe que no encuentra el caballo blanco que le conduzca a su lado y solo ve a aquel muchacho de sentimientos alborotados, que no encaja con ese ideal de los cuentos de princesas que alguien le leyó noche tras noche antes de dormir.
Los patojos creciendo entre verdades falaces que se aceptan porque alguien mayor las dijo, jugando al acertijo y pelando los ojos como capulinas cuando les cae en las manos una revista con señoras que viven en tal lipidia que no alcanzan a comprarse ropa.
Oxwell L’bu
Imagen: Internet

"Cronicas del Primer Amor"

“Crónicas del Primer Amor”
(Segunda Parte)
Ella se sonreía, pero cuando el muchacho se acercaba, hacia como que no lo vio… El decepcionado y un tanto sonrojado volvía a su trinchera, sin darse cuenta que ella suspirando se quedo…

Las muchachas se reunían a la hora del recreo a discutir sobre lo que acababan de ver en las revistas de moda ...; del galán de telenovela, los colores del verano, los bailes los peinados y todo eso que los varones no consiguen entender. Mientras ellos observándolas, según ellos con disimulo, contemplando sus piernas cubiertas por las calcetas escolares que suelen estorbar. Pero pocos se animaban a traspasar esa barrera ilógica que entre géneros en la niñez se marcar, pero cuando crecen las ansias se mueran por derrumbar.

Todos los días como si fueran pesadillas las colegialas solían pasar despertando los instintos que los varones, que luego no consiguen doblegar. Sigilosas y graciosas como mariposas en primavera, luciendo una diadema o un peinado diferente hacia lo que los varones son indiferentes, pues las hormonas sus sentidos suelen dominar.

Sofía con disimulo, lo solía mirar, entre todos los varones del barrio a ella le parecía un tipo especial. No era su porte, ni su cara de niño, ni esa mirada que bañaba de cariño cuando sonreía, era esa planta de soñador gravitando en otro mundo. Luis Ángel era así, un muchacho como otro cualquiera que le gustaba dibujar, que llevando su radio a transistores se ponía a cantar, la música en ingles, aun que no la entendía, pero se inventaba traducciones y cuando nadie lo veía ase ponía a bailar “Shadow Dancing” y otras más. Pero era más bien tímido, su sueño era ser jugador profesional de futbol, pero la verdad es que le faltaba esa habilidad natural que en otros desborda, aun así salía por las tardes a chamusquear con los patojos de la cuadra.


Luis Ángel tampoco se escapaba a esas emergencias de la edad, de esa sensación de soledad cuando veía a sus amigos empatados con las niñas que no hace mucho solían odiar. Se daba cuenta ya que muchas cosas que por las que ayer se moría, hoy ya no le solían importar. Sofía era una chica encantadora, con una bella sonrisa, menudita y un toque mimoso al andar, pelo suelto, chapitas en las mejías y boca como si estuviera pintada, mas su color de fresa era natural. Atraía hacia a ella, las miradas de los muchachos, que como abejas al panal no paraban de piropearla cuando estaban en grupo, pero ella pasaba de largo, haciendo como que no existían, pero cuando notaba la presencia de Luis Ángel, se volteaba y sonreía. Pero luego se recataba y seguía su camino. El la miraba y se decía, para sus adentros “Que hermosa chica” sin darse cuenta que la sonrisa era para él.

El seguía dibujando sus amores de papel, cantando y bailando cuando nadie lo veía sin sospechar que había varias chicas que lo querían apartar para ellas. Era un tanto iluso y demasiado ilusionado y porque lo sabía trataba de ser recatado y no arriesgar el corazón persiguiendo una ilusión ante la que se pensaba con poca oportunidad. Por las noches se ponía a traducir las canciones en ingles y como lo hacía en forma literal, poco le decían, les cambiaba la letra y ponía en ellas las palabras que el diría si encontrara a la niña de sus sueños.

Mientras tanto a Sofía, le llovían los pretendientes, los cuales a regañadientes se disputaban quien sería el aventajado que sería el primero en cortejarla y conseguir que saliera con él a pasear. Ella era amable pero a nadie se le hacía, sacarla a algún lugar, porque su corazón en otra dimensión empezaba a gravitar.
Oxwell L’bu
Imagen: Internet

***Cronicas del Primer Amor***

“Crónicas del Primer Amor”
(Tercera Parte)
Todos los días esperaba, verlo pasar a través de la ventana… Y a la misma hora de siempre un mariposeo revoloteaba en su vientre y se llenaba de una emoción a la cual no le encontraba explicación. Sentía como si una mano invisible le apretara el corazón, como si una luz le iluminara el rostro ... y sus ojos se llenaban de chispitas.

Sofía, escuchaba noche y día música romántica y se ponía a soñar despierta y hasta veía a ese príncipe azul llegando a su lado. Le gustaba salir a conversar con las amigas, de cosas de chicas, la moda, los nuevos pases de baile y también el tema eterno…De los chicos que cada día mostraban cambios en su apariencia, unos ganado estatura, poniéndose más feos o más guapos, su nuevo tono de voz, su porte y su forma de andar.

Los muchachos por su parte, siempre en planes de conquista, salían todos los días a aplanar las calles o a sostener el poste, con la ilusión de que hoy si, se les hiciera y alguna chica les diera conversación; envalentonados en grupo, pero como perro con la cola entre las patas, cuando ellas los mandaban a volar…

Los repasos y las kermeses eran las mejores ocasiones para mandar, de vacaciones a la timidez y de vez en vez más de una parejita empezaba a escribir su historia; pero a Luis Ángel encontrarse a Sofía no se le hacía, porque usualmente para ir ella no conseguía permiso de sus padres. Y él con su timidez pasaba desapercibido, aun que a más de una, precisamente eso, le llamaba la atención, pero él ni se daba cuenta,

Todos los días el pasaba por su casa, esperando encontrársela “por casualidad”, sin percatarse , de que ella lo observaba desde su ventana, pero al verlo acercarse se escondía detrás de la cortina. Ella suspirando por él y Luis Ángel pensando que a ella él no le importaba. Aun así le escribía cartas que no le entregaba, le hacía tarjetitas de papel calco, donde le dibujaba flores resaltadas o dibujos con personajes de “Los Pitufos” o le hacía traducciones de las canciones donde ponía su nombre, todo esto lo atesoraba en una caja de zapatos vacía que tenia debajo de la cama y para que nadie sospechara, la tenia forrada con recortes de revistas donde se veía a Pele, Maradona, Mario Kempes, Rivelino entre otros.

Llegaba el mes de mayo y las lluvias con él. Se veía a los patojos jugando entre los charcos, dejando ir en esas corrientes sus barquitos de papel, otros atrapando a los sompopos de mayo para luego ponerlos a hacer carreras y a los ronrones le amarraban un hilo a una de las patas y cual si fueran helicópteros los ponían a volar… Más para los muchachos era una celebración para los ojos, ya que cuando a las muchachas seles mojaba la blusa, aquella denotaba mejor sus formas y les hacia volar la imaginación. Aquella tarde lucia nublada, Luis Ángel regresaba de la escuela, cuando un grupo de muchachas un tanto mayores que él, le salieron al camino y sin más miramientos le dijeron: ¡Hay que manguito tan bonito! ¡Lástima que aun verdecito y yo sin sal! Y le siguieron diciendo cosas para sonrojarlos, como pudo salió como arrastrándose de aquella situación. Salió corriendo hasta llegar a su casa, pero al llegar no había nadie y no pudo entrar, pues había olvidado la llave. Se quedo sentado en su portal esperando a que regresara su mama. Estando allí, vio que Sofía pasaba acompañada de una amiga, el sin saber porque sus pasos se fueron tras ella. Sigiloso como un gato, la siguió y al despedirse de la amiga la alcanzo. Tomo valor y sin más preámbulos la abordo, sin tener una estrategia y sin saber que decir. Ella sentía que se le salía el corazón de una emoción que no conseguía disimular y sus chapitas se ponían rojas a cada rato, a él se le quebraba la voz, inventándose argumentos, sobre la marcha.

Aquella tarde el destino se confabulo a su favor, pues al llegar a la casa de ella, tampoco había nadie y en eso empezó a lloviznar y luego a llover, ambos se acurrucaron en la pequeña sombra que había en las gradas de la entrada a esperar, con tiempo para platicar de cualquier cosa y en un momento de magia, de encanto y de lluvia unieron sus labios, en un beso blanco, un beso de piquito, de esos que se quedan grabados para toda la vida…No hizo falta una declaración o una respuesta, porque el amor los desbordaba y superaba sus propias expectativas. Luego se quedaron abrazados sin decirse nada, disfrutando el uno de otro y esa la lluvia que fue su cómplice. Al ver en la distancia a la mama, ambos instintivamente se soltaron y al llegar la madre ambos de primas a primeras no supieron que decir, hasta que Sofía le dijo que él la había acompañado porque un perro la quiso morder, la señora agradecida con el muchacho lo invito a entrar, pero el se reusó, aduciendo que lo esperaban en casa.
Ella se empinaba para besarlo, el con ella aprendió a besar y a partir de aquel día, su amor nació, su primer amor, ese que deja una huella en la vida, que las olas del tiempo, no consiguen borrar, ese amor del beso blanco, del beso dulce, de la manita sudada, ese de las palpitaciones como si fueran tambor, ese que pone a volar mariposas en el vientre…
Oxwell L’bu
Imagen: Internet

martes, 24 de mayo de 2011

*Frutos de los Mares**

*Frutos de los Mares**
Esta tierra bañada por dos mares
altivos y sonoroso…
Que nos regalan sus frutos junto
a sus bellas playas.
...
Al caer la tarde una briza sopla del mar
e invita a los hombre a pescar,
abordan sus pequeñas embarcaciones
y cantando canciones se lanzan a alta mar.

El sol se resiste a irse a dormir porque
quiere contemplar a la luna,
mientras los cangrejos empiezan a bailar.

Llega el anochecer y los peces se empiezan
a mecer sobre las redes de los pescadores,
que como buenos y melodiosos silbadores
le cantan a la sirena de sus amores.

Empieza a amanecer y en los comales
hierve la hoya con verduras,
Mientras las tortillas como caricaturas
empiezan a tomar forma.

Llega el pescador cargado de mariscos
y pescados que con generosidad,
los mares que rodean mi bandera
ofrecen a los hijos de esta tierra.

La señora los limpia con diligencia
luego los hecha a lo hoya,
entonces el olor se expande como
un perfume de delicado aroma.

Entonces a la mesa se asoma,
el amigo, el vecino y hasta
un desconocido que el caldo
quiere degustar…

¡Hay caldo! Caldito caldo que evocas
el conato de verano en esta tierra de
abriles eternos.

¡Hay caldo! Bendito caldo que me sabes
a ese paraíso diferente en la tierra
del Quetzal.

Oxwell L’bu
Foto: Carmen Oliva.

***Las Empanadas en la Tienda****

***Las Empanadas en la Tienda****
Forraditas como naranjitas guiñándole
el ojo a los patojos que de todo quieren
y más cuando es un exquisito manjar.

...La mama los envía a la tienda pero antes
de llegar el mandado suelen olvidar,
porque el paladar los suele engañar.

Todo se les antoja y con su escaso
presupuesto se ponen a pelear,
contando los últimos centavos
que les quedan empiezan a ajustar.

Pero nunca ajustan porque los antojos
les desajustan un presupuesto que
nunca consiguen cuadrar…

Para olvidar se van a chamusquear,
corriendo detrás de una pelota,
como si fuera el campeonato mundial.

Pero luego les viene el hambre y los
antojos otra vez…
Menos mal que allí viene la abuela,
que no se deja sobornar…

Pero siempre sede cuando de empanadas
se trata…
Y es que son tan sabrosas que solo de
imaginarlas a la abuela sele empiezan
a antojar…

Se le hace ¡Agua el paladar! Cuando
empieza imaginar las empanadas
con café… Así que ella pone la
jarrilla en la hornilla y manda a
los patojos a comprar.
Pero por muchas que compre
¡Nunca van a alcanzar! Por esa
hambre voraz de los patojos,
no hay bocado que lo logre calmar

Y menos si cuando van por las empanadas,
en el camino las empiezan de mordisquear,
pero es que la verdad quien puede contra
el paladar…
Oxwell L’bu

viernes, 20 de mayo de 2011

"Himno Nacional de Guatemala"


"Himno Nacional de Guatemala"
¡Guatemala feliz...! que tus aras
no profane jamás el verdugo;
ni haya esclavos que laman el yugo
ni tiranos que escupan tu faz.

Si mañana tu suelo sagrado
lo amenaza invasión extranjera,
libre al viento tu hermosa bandera
a vencer o a morir llamará.

Coro

Libre al viento tu hermosa bandera
a vencer o a morir llamará;
que tu pueblo con ánima fiera
antes muerto que esclavo será.

De tus viejas y duras cadenas
tú forjaste con mano iracunda,
el arado que el suelo fecunda
y la espada que salva el honor.

Nuestros padres lucharon un día
encendidos en patrio ardimiento,
y lograron sin choque sangriento
colocarte en un trono de amor.

Coro

Y lograron sin choque sangriento
colocarte en un trono de amor,
que de patria en enérgico acento
dieron vida al ideal redentor.

Es tu enseña pedazo de cielo
en que prende una nube su albura,
y ¡ay! de aquel que con ciega locura
sus colores pretenda manchar.



Pues tus hijos valientes y altivos,
que veneran la paz cual presea,
nunca esquivan la ruda pelea
si defienden su tierra y su hogar.

Coro

Nunca esquivan la ruda pelea
si defienden su tierra y su hogar,
que es tan sólo el honor su alma idea
y el altar de la patria su altar.

Recostada en el ande soberbio,
de dos mares al ruido sonoro,
bajo el ala de grana y de oro
te adormeces del bello Quetzal.

Ave indiana que vive en tu escudo,
paladión que protege tu suelo;
¡ojalá que remonte su vuelo,
más que el cóndor y el águila real!

Coro

¡Ojalá que remonte su vuelo,
más que el cóndor y el águila real!
y en sus alas levante hasta el cielo,
Guatemala, tu nombre inmortal.

Letra: José Joaquín Palma
Música: Rafael Ovalle
_______________________________________


Al escuchar sus notas veo ondear mi bandera
que se pierde en ese cielo azul…
Donde esa ave indiana cruza esta tierra
que es vientre de cuna que ha parido hijos
de nobleza con alma de libertad.

Cuando canto este himno se hincha mi pecho
y llevo mi mano al corazón…
Con la firme convicción de que podemos hacer
de nuestra patria un lugar donde nuestros hijos,
puedan soñar y realizar las aspiraciones más
profundas del hombre…
Oxwell L’bu

miércoles, 18 de mayo de 2011

***Andrea Cardona***

***Andrea Cardona***
Un alma con las alas de los sueños
que lleva la voluntad por delante,
buscando las alturas para encontrar
un aposento donde la imaginación
...se bese con el infinito…

Navegando entre las nubes llevando
en el pecho un corazón de quetzal,
que remonta su vuelo más allá de
donde llega el cóndor y el águila real.

Hasta alcanzar ese monte que reta y desafía,
ese monte que humilla las voluntades,
pero también las cubre de gloria…
Esa cumbre donde solo los estoicos
han llegado porque se han desafiado
primeramente así mismos.

Andrea Cardona flor chapina
con la belleza de una monja blanca
y la templanza y fortaleza de una ceiba,
en tus venas corre la sabia de esta tierra,
que puso en ti ese espíritu inquebrantable.

Tú has sido la primera mujer que con
determinación salió de este paraíso ubicado
en la América Central para poner en esa cima,
nuestra bandera para que todos cantemos:
Guatemala tu nombre inmortal…

Fue el Everest el inicio de esa odisea que
te lanza a quererte abrazar con las siete cumbres
más altas del mundo…
Lleva hasta allá nuestra bandera, lleva hasta
ya nuestro sentir, ese que nos hace llorar, cantar
y reír ante la vida.

Tu embajadora de los sueños…
Tu digna representante del coraje
y determinación de las flores de este
jardín de abriles eternos donde el creador
las cultiva con Amor.
Oxwell L’bu

Imagen: Internet

sábado, 7 de mayo de 2011

"La Disco Rodante”

"La Disco Rodante”
(Cortejo en las Calles II)
Con media década a cuestas, los ochentas corrían como una prisa desmedida para darle alcanza al 2000, que por aquellos años parecía inalcanzable… Sextienado en el centro capitalino, se veía a los muchachos, siguiendo el vaivén de las faldas escolares, que las colegialas lucían con las media ...s hasta bajo, para lucir la pantorrilla. Los muchachos pelaban los ojos como carambolas y no se hacían bolas si una de esas doncellas los mandaba a volar.

Durante el ciclo escolar de enero a octubre se veían los grupos de jóvenes esperando el autobús en las esquinas, principalmente en las horas pico después de cada jornada de clases, para la matutina después de la una de la tarde y para la vespertina pasado de las 6 casi cayendo la noche. Algunos abordaban el primer bus que pasara y los transportaba a su destino; otros en cambio dejaban pasar bus tras bus sin abordarlo, como que si esperaran a alguien que no terminara de llegar. Hasta que por fin el bus que esperaban se asomaba, entonces un grupo de jóvenes corrían en estampida para abordarlo, hasta que ya no cabía ni una pluma y los que no conseguían subir, esperaban hasta que diera la nueva vuelta, lo cual lo hacía en poco más de una hora. A primera vista, era un bus como otro cualquiera, de la empresa EGA, pero tenía sus particularidades; el mentado bus siempre estaba bien pulido por dentro y por fuera, pero eso no era su atracción, lo era el musicon que se podía escuchar en el trayecto, a través de su potente, sistema de sonido y por supuesto la posibilidad de conocer a otros chicos y chicas. Por ese tiempo dominaban las estaciones de radio, el Grupo Whan, Boy George y su Cultere Club y por supuesto El grupo Queen entre otros, en español El grupo Rana y su Socaribe, sin faltar los eternos baladistas Camilo Sesto, Raphael, José Luis Perales, se empezaba también a escuchar, uno de los primeros temas de Ricardo Arjona Déjame Decir que Te Amo.

Chicos y Chicas de todos los institutos y colegios se veían abordar dicho bus, que cada vez veía crecer su popularidad, que no paso mucho tiempo para que otros dueños de autobuses copiaran aquel estilo de transporte que los jóvenes adoraban. En el interior del bus se veía tapizado con tarjetas, dibujos y calcomanías, así como corazones con los nombres de las nuevas parejitas, que día a día se sumaban o que aquel bus había propiciado el encuentro, que termino en noviazgo en alguna kermese o algún repaso que se organizaba entre la muchachada que abordaba el mentado bus cuyo ruta era de la Colonia al Centro capitalino vía anillo periférico y viceversa. Dicha modalidad duro, hasta que la municipalidad capitalina, restringió la música en los buses de trasporté publico dada las quejas de usuarios que aquello les resultaba molesto o como decía la muchacha ¡Gente que no agarra la onda! Como dice aquella canción: “Mirando en el cajón de los recuerdos, cualquier tiempo pasado nos parece mejor…” Pero cada generación encuentra sus propias formas de expresión; expresiones que los llenan de emoción cuando pasan los años y las recuerdan.
Oxwell L’bu

Imagen: Internet

martes, 3 de mayo de 2011

***Los Molletes***

***Los Molletes***
Molletes, deliciosos molletes
que vuelan como barriletes,
al nomas aterrizar del cazo
a la meza donde los patojos
...comen ansias…

Con ese miel de canela que
es la especialidad de la abuela,
panecitos con suculento manjar
que te pone a la receta a recitar.

Es la vecina la que se asoma,
al nomas sentir ese aroma,
que es capaz de poner a levitar
al más exigente paladar.

Hasta el chiris deja de chillar
cuando lo empieza a probar,
porque es un pan caído del cielo.

Con la delicia de la cocina chapina,
esa que siempre adivina los antojos
de los grandes y de los patojos.

Molletes, deliciosos molletes
que vuelan como los barriletes,
que nunca quedan para recalentar
porque si no te apuras con las
ganas te vas a quedar.

Molletes, molletes delicioso manjar,
que ponen a los muchachos a chiflar,
a la morena que pretenden invitar.

Molletes, deliciosos molletes,
que son como clarinetes,
que llaman a la mesa donde
en cuestión de minutos desaparecerán.
Oxwell L’bu

***Dulces Típicos***


***Dulces Típicos***

(Delicias de Guatemala)

Por las calles donde cada calle
guarda una historia, una leyenda,
van los patojos tropezando con
las piedras…

Con una cara de alegría por el
regalo de la tía,
que siempre que llega a visitarlos,
les regala unos quetzales para que
se los gasten en sus chucherías.

Corriendo como quien va a recibir
herencia van llenos de impaciencia,
haciendo planes mentales que parecen
como abejas en los panales.

Llegan a la tienda y de tanto que ven
no saben que pedir…
Se les antojan la Canillitas de Leche,
los Colochos, las cajitas de Mazapán,
¡Ah! Las cocadas, los Higos en miel.

Piden de todo y el tendero les dice:
primero ensénenme el pisto,
porque si antes los vi hoy no
los he visto…


Empiezan a sacarse los tesoros que
llevan en las bolsas…
Un anillo con un compartimiento secreto,
una carterita de fósforos donde escribieron
un decreto, cuatro cincos, un trompo,
el recordé de una revista, el pañuelo lleno
de mocos y al finalmente los billetes
todos arrugados.

¡Puchica Mucha! Exclama el tendero,
eso no les alcanza para todo lo que pidieron;
¡Ala gran! ¡Qué mala onda! Replican los
patojos que como gorgojos en el frijol
se rascan la cabeza.

Y no, nos fía Don Rocael, uno pregunta,
su respuesta es: ¡Nel pastel! Buenos
amigos he hecho fiando como que
si uno les hubiera vendido contrabando.

Al verlos cabizbajos se apiada Don Rocael
y les dice denme el dinero que tiene
y saquen la basura mientras yo les lleno
unas bolsitas con estas ricuras…

Cumplen con el pacto toman sus bolsitas
y se van rumbo a la ruinas a esconderse,
para luego comerse el botín que han ganado.

Se atragantan con los dulces y los disfrutan
como quien nunca los ha probado
y es que cada bocado es una delicia,
que acaricia al paladar y te trasporta
a otro mundo.

Un mundo donde los sabores y colores
son una tentación que alborota al corazón,
donde el mas recatado se vuelve un goloso
que siempre quiere más de las delicias
de esta tierra donde está la huella de Dios.

Oxwell L’bu 
Imagen: Internet