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“Semana Santa en la Colonia”
El colorido, majestuosidad y belleza de las expresiones de la fe popular en Guatemala también son parte de las tradiciones, cultura y espiritualidad de los habitantes de la Colonia Primero de Julio, en la cual conviven diferentes denominaciones de fe entre las que podemos citar la iglesia católica, la evangélica pentecostal, la iglesia Verbo, la iglesia episcopal, la iglesia mormona, los testigos de Jehová y otras, cada cual con sus costumbres y ritos propios con los que se conmemora la semana mayor.
Para entender mejor esta conmemoración diremos primeramente que en Guatemala en esa semana las clases en todos los niveles de educación se suspenden, en muchas empresas al igual que en el estado se deja de laborar a partir del miércoles santo al medio día, aun que algunos tienen la suerte de tener libre toda la semana. Lo cual permite el poder tener días de recogimiento espiritual y el poder participar de los cortejos procesionales y actos piadosos, retiros y otras actividades. Aun que vale decir que para un grupo de la población es la oportunidad para darse unas vacaciones y deciden irse a recrear a algunos de los muchos destinos turísticos que tiene Guatemala, como las playas de la costa sur, Rio Dulce, Puerto Barrios, el lago de Atitlan, la Antigua Guatemala, Tikal en fin …
Mas los preparativos para la conmemoración de la Semana Mayor comienza con la cuaresma el miércoles de ceniza, luego en la parroquia Jesús Resucitado se programan diferentes actividades por los diferentes movimientos de la parroquia como lo son las hermandades, los cursillistas, la Legión de María, los carismáticos etc. Estos últimos en los años ochenta empezaron a sacar los viacrucis en las calles de toda la colonia, con sus 16 comunidades de base integradas tanto por adultos, niños más en su mayoría jóvenes, lo cual cada viernes de cuaresma le daba una apariencia diferente a las calles de la Colonia, pues en las casa se ponían pequeños altares donde se rezaba y se meditaba una estación del viacrucis y se veían por las calles a jóvenes llevando una cruz de madera, velas encendidas, así como se alcanzaba a escuchar cantos de penitencia, esto se realizaba de cuadra en cuadra, de casa en casa, cada viernes de cuaresma, si tomamos en consideración el tamaño de la colonia y la cantidad de casas, podemos imaginar que había una fuerza que movía a estos jóvenes viernes tras viernes, era y es la fortaleza de su fe…El ultimo vía crucis se realizaba el miércoles santo en horas del a tarde y a este se unían todos los feligreses que recorrían las principales calles de la Colonia, salía de la parroquia dirigiéndose a la 5ta. Avenida, rumbo a la bomba de agua, para luego bajar al 7ma. Avenida, pasando por la Isla, el mercado, el instituto, para terminar en la iglesia.
En la Colonia también se realizan cortejos procesionales como lo es la procesión de Jesús Nazareno del Sacrificio y la Virgen Dolorosa la cual se realiza el quinto sábado de cuaresma. Dicho cortejo procesional año tras año ha ido creciendo tanto en participación como en devoción, cada vez son más los devotos cargadores, así como aquellos que participan no solo acompañando la procesión como también decorando los balcones de sus casas con moñas moradas en símbolo de penitencia, como también en la elaboración de alfombras de aserrín y de flores.
Luego de participar en retiros, rezos, velaciones y demás actividades durante la cuaresma, en la Colonia así como en toda Guatemala se inicia la Semana Santa el domingo de Ramos día en que se conmemora la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén…En la iglesia se dan pequeños ramos que los niños alzan en la misa cuando el sacerdote los bendice luego dichos ramitos son colocados en los altares o en la puerta de entrada a la casa, algunos por el contrario escogen el ir a ver la famosa procesión de la Borriquita al centro de la ciudad. Durante los días de la Semana Santa se ve a personas participar de los actos litúrgicos, pero también hay en las calles un ambiente de fiesta, se escucha música y los muchachos de las cuadras reunidos solo por el gusto de estar juntos, algunos otros van vestidos de cucuruchos para participar en las procesiones en el centro de la ciudad, algunos otros preparan los materiales para las alfombras del día de la resurrección, otros más confeccionan el Judas que será quemado el día sábado y luego van por las calles pidiendo dinero, para comprar los cohetillos y por qué no alguna golosina. El día miércoles muchas participan del Vía Crucis, otros por el contarios toman camino hacia las playas u otro lugar. El jueves la iglesia se llena de feligreses para participar en la misa de la última cena (cuando se instaura la Eucaristía) para luego dirigirse a la tradicional visita de los siete altares, siendo el primero el de la misma parroquia que asido elaborado días antes, para esta actividad se contratan autobuses de transporte urbano para ir al centro de la ciudad y así garantizar el regreso, dado que ese día la cantidad de personas en el centro es considerable. El día viernes es como si existiera un acuerdo de silencio, las calles lucen tranquilar muchos se han ido al centro a ver o participar en los cortejos procesionales mayores, muchos otros antes de las tres de la tarde atienden la iglesia para escuchar el sermón de las 7 palabras, incluso los canales de televisan interrumpen su programación para exhibir pelicular relacionadas a esos días como Jesús de Nazaret, Los diez mandamientos, etc. E incluso a las tres de la tarde la radio emisoras se quedan en silencio, o se unen al Padre Nuestro por la Paz y algunas otras como Radio Corporación Nacional que ponía en aquel tiempo el tema El Hombre de Nazaret.
El sábado era el día en que los patojos desde tempranas horas sacaban a su Judas a su ultimo paseo luego se reunían en la esquina de la cuadra, para leer el testamento de Judas en el cual se aludía a las personas antipáticas de las cuadra ose destacaba algún hecho con esa jocosidad del humos chapín y ya para el medio día se le prendía fuego al Judas quemando cohetillos y compartiendo aguas gaseosos y golosinas fruto de la colecta….Ya para el atardecer se empezaban a trazar las aéreas para las alfombras del domingo en las diferentes calles de la Colonia. Para el anochecer muchas de las calles se cerraban y se empezaban a elaborar las alfombras lo cual eran una verdadera fiesta y una oportunidad más para compartir. A eso de las diez de la noche las campanas de la iglesia repicaban llamando a la misa de Resurrección, entonces se suspendía la elaboración de las alfombras. Se iba a la iglesia llevando garrafones de agua, que el padre bendecía y a las doce repicaban las campanas celebrando la Resurrección de Jesús patrono de la Colonia Primero de Julio.
Oxwell L’bu
Foto por: Julio Debroy (Debroyfilms.com)
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