"Cada primero de enero"
Cada quien tienes sus costumbres y rituales de fin de año, todos nos hacemos propósitos y nos planteamos metas, para las cuales muchas veces, no es suficiente el entusiasmo.
Comíamos doce uvas, hechabamos un huevo en un vaso se agua para ver que figura formaba y según la que fuera, era un anunció previsorio de lo que podíamos esperar el año por llegar, algunos usaban ropa interior de determinado color, otros tenían su primera experiencia de amor o su primera borrachera.
Pero invariablemente de lo que se hiciera, el primero de enero, se buscaba cuales eran las películas en cartelera, para ir con los amigos de la cuadra, o era la primera salida con la novia de manita sudada.
Las salas de cine en el centro de la ciudad, se miraban abarrotadas, ir a sextear era parte de esa odisea de recorrer las calles en medio de esa marea de gente buscando entretencion y un poco de emoción. Las mejores películas eran las que se estrenaban cada primero de enero, cuando no existían los VHS, muchos menos los DVD s y menos nexflix y la única forma de ver las películas era ir a una sala de cine. Pero aquello tenía su encanto, no era sólo ver la película era compartir con los amigos o poder besar a la novia quizás con cientos de testigos a ciegas...
A mi atrofiada memoria vienen películas como: Star Wars la cual marcó la niñez de una generación, Somewhere on time la cual intente ver, cuando el tiempo no importaba y no era un limitante en mi jornada; los Ghostbusters, Indiana Jones entre otras.
Lo cierto es que en aquellos años, ir al cine era mas que una costumbre, pues tenía sus encantos.
Oxwell L'but copyright 2017
Cada quien tienes sus costumbres y rituales de fin de año, todos nos hacemos propósitos y nos planteamos metas, para las cuales muchas veces, no es suficiente el entusiasmo.
Comíamos doce uvas, hechabamos un huevo en un vaso se agua para ver que figura formaba y según la que fuera, era un anunció previsorio de lo que podíamos esperar el año por llegar, algunos usaban ropa interior de determinado color, otros tenían su primera experiencia de amor o su primera borrachera.
Pero invariablemente de lo que se hiciera, el primero de enero, se buscaba cuales eran las películas en cartelera, para ir con los amigos de la cuadra, o era la primera salida con la novia de manita sudada.
Las salas de cine en el centro de la ciudad, se miraban abarrotadas, ir a sextear era parte de esa odisea de recorrer las calles en medio de esa marea de gente buscando entretencion y un poco de emoción. Las mejores películas eran las que se estrenaban cada primero de enero, cuando no existían los VHS, muchos menos los DVD s y menos nexflix y la única forma de ver las películas era ir a una sala de cine. Pero aquello tenía su encanto, no era sólo ver la película era compartir con los amigos o poder besar a la novia quizás con cientos de testigos a ciegas...
A mi atrofiada memoria vienen películas como: Star Wars la cual marcó la niñez de una generación, Somewhere on time la cual intente ver, cuando el tiempo no importaba y no era un limitante en mi jornada; los Ghostbusters, Indiana Jones entre otras.
Lo cierto es que en aquellos años, ir al cine era mas que una costumbre, pues tenía sus encantos.
Oxwell L'but copyright 2017
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