“Noches De Tertulia En El Pulpo Zurdo”
Todo empezó, en una de esas noches de diciembre, de finales del siglo pasado, en el que con espíritu bohemio, lleno de inspiración, un bohemio por vocación inicio aquel rincón, que para muchos en su juventud, seria recurrente y hoy es punto referente, cuando se quieren evocar esos fantasmas de las nostalgias de la juventud.
El Pulpo Zurdo sin discusión, fue el primero en la Colonia, que no tardo en ser copiado, aun que nunca superado. ...Esto no solo debido a su estratégica ubicación (Pues quedaba frente a la Iglesia católica y casi en medio de las principales arterias de la colonia la quinta y séptima avenida) sino también por ese ambiente único que se encontraba allí, así como sus famosas carnitas. En sus años de estudiante universitario, con espíritu emprendedor Lázaro (Lacho) Diéguez, en unión a sus dos hermanos iniciaron aquel negocio, que en poco tiempo se convirtió en el punto de reunión de las muchachas y muchachos de la colonia.
Al caer la tarde, justo cuando la luna se levanta y el sol empieza a cabecear, se veía a Lacho encender la churrasquera y poco a poco la muchachada empezaba a llegar, como si alguien los convocara. Al parecer el olor de carne con chimichurri puesto en el asador, era mas que tentador. Lo cierto es que al llegar al Pulpo Zurdo el mismo Lacho les daba la bienvenida y se dejaba escuchar música de Silvio Rodríguez, Los Guaraguao, Alux Nahual entre otros, música que al filo de la media noche era reemplazada por una guitarra que surgía y las voces de la muchachada. La buena conversación, también era parte del lugar y así se les pasaban las horas conversando sobre diversos temas, así como de Erich Fromm, Gracia Márquez, Asturias, Martí y hasta del genio loco Salvador Dalí…Pero el tema por excelencia, sin pedir clemencia, era el de las mujeres.
El Pulpo Zurdo sin discusión, fue el primero en la Colonia, que no tardo en ser copiado, aun que nunca superado. ...Esto no solo debido a su estratégica ubicación (Pues quedaba frente a la Iglesia católica y casi en medio de las principales arterias de la colonia la quinta y séptima avenida) sino también por ese ambiente único que se encontraba allí, así como sus famosas carnitas. En sus años de estudiante universitario, con espíritu emprendedor Lázaro (Lacho) Diéguez, en unión a sus dos hermanos iniciaron aquel negocio, que en poco tiempo se convirtió en el punto de reunión de las muchachas y muchachos de la colonia.
Al caer la tarde, justo cuando la luna se levanta y el sol empieza a cabecear, se veía a Lacho encender la churrasquera y poco a poco la muchachada empezaba a llegar, como si alguien los convocara. Al parecer el olor de carne con chimichurri puesto en el asador, era mas que tentador. Lo cierto es que al llegar al Pulpo Zurdo el mismo Lacho les daba la bienvenida y se dejaba escuchar música de Silvio Rodríguez, Los Guaraguao, Alux Nahual entre otros, música que al filo de la media noche era reemplazada por una guitarra que surgía y las voces de la muchachada. La buena conversación, también era parte del lugar y así se les pasaban las horas conversando sobre diversos temas, así como de Erich Fromm, Gracia Márquez, Asturias, Martí y hasta del genio loco Salvador Dalí…Pero el tema por excelencia, sin pedir clemencia, era el de las mujeres.
El Pulpo Zurdo en poco tiempo se convirtió en un paradigma, de ese lugar en el que la juventud se solía encontrar, pues para reunirse cantar y conversar cualquier pretexto era bueno y mucho mejor cuando es acompañada por buena comida y mejor compañía… Se podría escribir un libro de historias y anécdotas acerca de este lugar, pero lo dejo a todos aquellos que con sus comentarios quieran enriquecer, estas memorias, que llevan esa alegría que se transforma en nostalgia.
Oxwell L’bu copyright2014
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