***Ese paraíso de mi infancia***
Si pudiera comprarme un boleto
al pasado, si el Ángel que custodia
la muralla del tiempo,
se dejará sobornar,
volvería a ese paraíso
de mi infancia.
Pero el tiempo no extiende
visas por razones humanitarias,
ni entiende de nostalgias;
pero sino habré la puerta,
tampoco puede evitar,
que las ganas, se cuelen
por la ventana.
Quiero mudarme de nuevo
a ese barrio donde la alegría,
todos los días amanecía;
callejones que eran campos
de juego, de legiones de niños,
con pocos juguetes,
pero muchos amigos.
Quisiera regresar a esa
escuelita, que le puso freno
y aceleró mis primeros versos,
por eso de la ortografía;
quisiera volver a encontrarme
a Bandido y a toda la tribu,
para jugar al salir de la escuela,
una chamusca.
Allí donde nacieron esas
primeras historias que escribí
y nadie leyó...
Allí donde me ilusione
y la chica jamás se enteró.
Allí me excomulgo
la inteligencia, pero nunca
me falto imaginación;
allí se aceleró mi corazón
y conocí también la decepción.
En ese lugar, paraíso
de mi infancia y jardín
de mis primaveras,
donde mi generación,
dejo una huella profunda
en el camino.
Ah mi generación con
veintiunos en la billetera,
pero sin pisto,
generación que soñó
con los ojos abiertos
y por eso supo donde,
aterrizaron esos sueños.
La colonia y su calle amores,
su bulevar de las nostalgias
y ese desfile de bellas flores,
vestidas de colegiales,
todas las mañanas.
La colonia que en su momento
fue todo nuestro mundo,
el lugar donde jugamos,
donde peleamos y donde
también nos enamoramos.
Si pudiera bilocarme,
una parte de mí
viviría allí...
Allí donde se escribió
mi historia, callejones
de casitas iguales,
donde están mis más
bellas memorias.
Oxwell L’bu copyrights 2019
Si pudiera comprarme un boleto
al pasado, si el Ángel que custodia
la muralla del tiempo,
se dejará sobornar,
volvería a ese paraíso
de mi infancia.
Pero el tiempo no extiende
visas por razones humanitarias,
ni entiende de nostalgias;
pero sino habré la puerta,
tampoco puede evitar,
que las ganas, se cuelen
por la ventana.
Quiero mudarme de nuevo
a ese barrio donde la alegría,
todos los días amanecía;
callejones que eran campos
de juego, de legiones de niños,
con pocos juguetes,
pero muchos amigos.
Quisiera regresar a esa
escuelita, que le puso freno
y aceleró mis primeros versos,
por eso de la ortografía;
quisiera volver a encontrarme
a Bandido y a toda la tribu,
para jugar al salir de la escuela,
una chamusca.
Allí donde nacieron esas
primeras historias que escribí
y nadie leyó...
Allí donde me ilusione
y la chica jamás se enteró.
Allí me excomulgo
la inteligencia, pero nunca
me falto imaginación;
allí se aceleró mi corazón
y conocí también la decepción.
En ese lugar, paraíso
de mi infancia y jardín
de mis primaveras,
donde mi generación,
dejo una huella profunda
en el camino.
Ah mi generación con
veintiunos en la billetera,
pero sin pisto,
generación que soñó
con los ojos abiertos
y por eso supo donde,
aterrizaron esos sueños.
La colonia y su calle amores,
su bulevar de las nostalgias
y ese desfile de bellas flores,
vestidas de colegiales,
todas las mañanas.
La colonia que en su momento
fue todo nuestro mundo,
el lugar donde jugamos,
donde peleamos y donde
también nos enamoramos.
Si pudiera bilocarme,
una parte de mí
viviría allí...
Allí donde se escribió
mi historia, callejones
de casitas iguales,
donde están mis más
bellas memorias.
Oxwell L’bu copyrights 2019